Por la esposa que dice "Hoy cenamos quesadillas", porque ella está
aquí conmigo y no con alguien más.
Por el esposo que está en el sofá tirado como costal de papas,
porque él está aquí conmigo y no afuera en algún bar.
Por el hijo o hija adolescente que está en la casa quejándose de
lavar platos, porque está aquí en la casa y no en las calles.
Por los impuestos que tengo que pagar, porque eso significa que
tengo un buen trabajo.
Por el "desastre" que tengo que limpiar después de una fiesta,
porque eso significa que estoy rodeado(a) de amigos(as).
Por la ropa que me queda apretada, porque eso significa que tengo
suficiente alimento cada día.
Por el jardín que necesita ser cortado y las ventanas que
necesitan ser lavadas, porque eso significa que tengo una casa.
Por todas las quejas que se escuchan del gobierno, porque eso
significa que tenemos el derecho de hablar.
Por el lugar que encontré en la parte más lejana del
estacionamiento, porque eso significa que puedo caminar y que tengo
la bendición de tener un vehículo propio.
Por el "enorme" recibo de luz que debo pagar, porque eso significa
que tengo acceso a la electricidad.
Por la señora detrás de mí en la Iglesia que canta desentonada,
porque eso significa que puedo escuchar.
Por la "enorme" cantidad de ropa que tengo que lavar y planchar,
porque eso significa que tengo qué ponerme.
Por lo adolorido(a) y cansado(a) que me siento al final de cada
día, porque eso significa que soy capaz de trabajar.
Por la alarma del despertador que suena cada mañana, porque eso
significa que estoy vivo(a).
Y finalmente, por tantos e-mails y mensajes que recibo, porque eso
significa que tengo amigos(as) que siempre están pensando en mí.
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